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viernes, 10 de diciembre de 2010

Cristina Alcázar: "Mi trama con Arce se quedará abierta"



En primer lugar, ¿qué balance has hecho de esta temporada en ‘Física o Química’?
Ahora estoy feliz, es que yo soy un poco payasa en la vida… Al principio, mi personaje era muy serio y estricto, entonces yo he intentado aprovechar, como ya he dicho, la payasa que yo tengo, y en esta temporada me han dado mucha libertad, con lo que estoy encantada, porque Marina cuando tiene que ser estricta lo es, pero luego es una mujer frágil, que duda mucho, es muy inocente… Lo que más me gusta de ella es que tiene muchas capas y las que quedan…

¿Qué tal con tu pareja en la ficción, Roberto Arce, con ese problema sexual que tenéis?
Es maravilloso, pero es de cansino…Aprovecha cualquier cosa para hacer un chiste, pero a mí me encanta trabajar con él y yo creo que vamos a ser finalmente la pareja de la serie, porque somos los dos tan convencionales… Aunque hay algo que se interpone entre ellos, es evidente que nos queremos y nos adoramos. El final se va a quedar un pelín abierto.

El hecho de que tu personaje tenga SIDA ha sido muy comentado. ¿Cómo has vivido tú la repercusión de tu personaje en el mundo real?
La verdad es que me siento muy orgullosa de tener la oportunidad de representar a este colectivo. Al ser una enfermedad crónica, pienso que es muy duro convivir con ello, porque yo, como Marina, pienso muchas veces: “si es que no he hecho nada…” Además, llega un momento que la enfermedad se olvida y hay que recordar que la vida en estas condiciones es muy dura, por ejemplo, a la hora de encontrar un trabajo, de relacionarse… por no hablar del dinero que se gastan en las medicinas, que creo que la Seguridad Social sólo les paga el 50%.

Las características de Marina, digamos que también constituyen una responsabilidad social que requiere más cuidado que otros personajes…
Sí, cuando hacemos escenas Ana Millán (Olimpia) y yo, que nos encanta “irnos a Parla”, hay momentos en los que nos dicen que, por ejemplo, el final no lo tienen muy claro por miedo a que quede muy “bestia”. Además, no sé qué me pasa con esto, que me siento muy conectada con el problema de Marina, la entiendo muchísimo y como tiene un motor que es tan importante, pues todo pasa por ahí, de forma que ese conjunto hace que Marina sea como es.

Por la calle, ¿se te ha acercado alguien que tenga la enfermedad?
Nunca. Nadie. Creo que esto se debe a que es una enfermedad escondida. Me encantaría tener la opinión de alguien que lo padeciese de verdad para saber si estoy haciendo bien el papel, si se sienten identificados, si creen que esto les ayuda… Luego también hay que pensar que es una ficción: más allá de este tema a Marina también le pasan muchas otras cosas, que no tienen nada que ver con que tenga SIDA o no.

Cristina, tú que has hecho teatro y tienes una carrera muy completa, poco televisiva quitando lo de ‘Cuéntame’. ¿Cómo ha sido el cambio?
El cambio ha sido para bien, porque yo lo necesitaba. Quería estar en ‘Física’ o en ‘Los Protegidos’, hice la prueba con todo lo que me pidieron y lo que estuvo en mi mano para poder entrar. Me apetecía dar un cambio radical, ya que, después de cuatro años en ‘Cuéntame’ necesitaba algo más moderno, de la época actual.

De todas formas, lo que hemos visto es que Marina es muy clásica, pero muy estilosa también…
Me encanta, porque me visten y pienso: “si es que no tengo nada más que hacer…” Va siempre muy bien arreglada, la puedes invitar en cualquier momento a una boda. En la vida real a mí me gusta ir cómoda, ahora empiezo a ponerme tacones, pero luego me duelen los pies…

Estando en una serie, como tú querías más cercana al público, ¿qué cosas te dicen por la calle?
Cuando estaba en ‘Cuéntame’ nadie se me acercaba…Ahora me hago como veinte fotos y les tengo que decir que me voy ya, eso me encanta y me da mucha vida. Luego también hay señoras que comentan cuando estás pasando por delante de ellas y te dan ganas de decirles que no eres sorda, igual te das la vuelta y escuchas cosas como: “pues tampoco es tan alta”. Lo más divertido que me ha pasado ha sido con una niña de cinco años cuando me pidió que la enseñase a leer y le tuve que explicar que lo mío era ser actriz.

¿Cómo te sientes con respecto a esto?
Es un poco incómodo, sobre todo porque muchas veces no sé qué tengo que hacer: besar, sólo saludar, soy yo misma, tengo que decirles algo, si no se lo digo qué pasa… Es un poco complicado, ya que, no es natural y como yo soy más bien campechana, queda un poco forzado.

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